Jean-Paul Gaultier, el modisto del jersey marinero a rayas, creador de una moda muy urbana, falda escocesa alrededor de un pantalón vaquero, a querido idear un perfume de creador a imagen de su moda. Un innovador aroma de flores especiadas con arranque de notas de jengibre. Entran a continuación los acordes cálidos de la flor de azahar, la mandarina, el Ylang-Ylang, el clavel y la orquídea. El lirio le aporta un fondo terroso acentuado por el ámbar, la vainilla y el calor de la madera de cedro y canela. Diseñado como si de un busto de Alta Costura se tratara, el frasco de este perfume es un elogio al cuerpo de la mujer, con corpiño y ligueros. El perfume, de color rosa, sensual, viene encerrado en un estuche cuya función no es la habitual: un bote de conserva plateado, un guiño lúdico.