«El azar es un torbellino. Inagotable, en sempiterno movimiento, conduce a quien sabe aprovecharlo a una ronda de acontecimientos, de vueltas imprevistas y de flechazos de amor. El azar es dúctil: se desliza subrepticiamente en nuestra vida, rige nuestro destino, nos deslumbra y desconcierta, vence el tedio. Una puerta que se abre a la aventura y a lo desconocido, como una boca al primer beso o un destino impaciente. La chance es una estrella favorable, un círculo de luz que rodea a cada mujer en los instantes más intensos de su vida. Un astro que multiplica las emociones.» Chance es como una esfera ideal cargada de aromas inefables: jacinto, almizcle blanco, baya de rosa, jazmín, vetiver fresco, cidro, absoluto de iris, ámbar de pachuli.